El canal internacional
de noticias en español
más visto en el mundo
A fondo

¿Cuál es la verdadera 'arma' de Irán?

Publicado:
El paso marítimo es uno de los puntos clave del comercio mundial de petróleo y gas.
¿Cuál es la verdadera 'arma' de Irán?

La escalada del conflicto entre Israel e Irán, tras la agresión del pasado 12 de junio de Estado hebreo contra Teherán, ha sembrado un buen puñado de incertidumbres acerca de cuáles serán las consecuencias a nivel regional y global.

En medio de las amenazas recíprocas de los dos Gobiernos, que advierten del recrudecimiento de los ataques y del empleo de armas cada vez más destructivas y sofisticadas, se cuela otra preocupación que puede tener efectos a escala mundial.

Como ya hizo repetidamente en los últimos años, Irán amenaza con utilizar un arma secreta: el bloqueo del estrecho de Ormuz, uno de los canales marítimos más importantes del globo, debido a que por él pasa un importantísimo volumen de petróleo y gas que abastece a enormes regiones del planeta.

Un punto clave de la economía global

El estrecho de Ormuz conecta el golfo Pérsico con el golfo de Omán. Por él transitan buques petroleros y gasísticos de Arabia Saudita, Baréin, Catar, Emiratos Árabes Unidos (EAU), Irak, Irán y Kuwait. Desde allí llevan sus productos a través del Océano Índico a países como India o China.

De su importancia dan buena cuenta los números:

  • Por él pasaron en 2022 una media de 21 millones de barriles de petróleos diarios, el 21 % del consumo mundial.
  • En 2022 y el primer semestre de 2023, transitaron por esa ruta más de una cuarta parte del total mundial de petróleo comercializado por vía marítima.
  • Alrededor de una quinta parte del comercio mundial de gas natural licuado también utilizó el estrecho.

Consecuencias de su bloqueo

El bloqueo de este importante paso puede provocar considerables retrasos en el suministro e incrementar los costes de envío y, por lo tanto, los precios mundiales de la energía.

Si el cierre no es solo temporal, sino que se alarga en el tiempo, los costes pueden verse aumentados de manera exponencial, desatando una crisis inflacionista con previsiones mucho peores que la vivida en 2022.

Tan solo Arabia Saudita y los EAU cuentan con una vía alternativa para sortear el estrecho de Ormuz. El primero tiene acceso a un oleoducto capaz de transportar 7 millones de barriles diarios, mientras que el segundo posee un tubo que le lleva hasta el Golfo de Omán y puede trasladar 1,5 millones de barriles diarios.

¿Reacción en cadena?

En 2022, se estima que 82 % del petróleo crudo e hidrocarburo condensado que atravesó el estrecho de Ormuz tuvo como destino países asiáticos, principalmente China, Corea del Sur, India y Japón.

Otros destinos tienen menos demanda de los productos energéticos de esta zona. En ese mismo período, EE.UU. compró alrededor del 11 % de sus importaciones de crudo y condensado, y adquirió 3 % de su consumo de líquidos de petróleo a través de esa ruta.

Pero un hipotético cierre de esta vía aumentaría drásticamente la demanda de las mayores economías asiáticas, propiciando una escalada de los precios sin precedentes en los últimos tiempos, que afectaría también a las naciones que en la actualidad se nutren de otros mercados.

¿La verdadera arma de Irán?

La amenaza del cierre del estrecho de Ormuz pretende ser un arma disuasoria para evitar que EE.UU. se sume a la escalada de ataques de Israel.

No solo significaría una presión directa para Washington, que no se puede permitir que la escalada inflacionista siga el ritmo ascendente provocado por la guerra arancelaria, sino que también busca que el conjunto de la comunidad internacional presione a la Casa Blanca para evitar turbulencias económicas, más aún en tiempos de incertidumbre.

El viceprimer ministro y ministro de Asuntos Exteriores de Irak, Fuad Hussein, advirtió hace tan solo tres días que la escalada del conflicto y el cierre de este canal podrían llevar los precios del petróleo hasta los 300 dólares por barril, el doble de su récord histórico.

¿Un arma de doble filo?

Sin embargo, el posible cierre del estrecho de Ormuz también puede convertirse en un arma de doble filo para Irán. Por un lado, si la amenaza no fuese suficiente y tuviera que llegar a ejecutar esa acción, podría ser el espolonazo para la implicación directa de EE.UU.

Por otro lado, Teherán perdería su más importante fuente de ingresos (los últimos datos del Banco Mundial apuntan que, en 2021, la ruta suponía más de un 18 % de su PIB) y, quizá, a uno de sus mayores valedores a nivel internacional: China.

El gigante asiático compra en la actualidad cifras récord de petróleo iraní, alcanzando 1,8 millones de barriles por día. Un cierre del grifo podría afectar a Pekín, un miembro con derecho a veto del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas que ha bloqueado resoluciones contra Teherán.

En este escenario, Trump ha vuelto a levantar recelos sobre sus siguientes pasos en esta crisis: "Nadie sabe lo que voy a hacer", dijo. Tan solo un día antes había pedido a Irán que se "rindiera incondicionalmente".

SIGUE EL ENFRENTAMIENTO ENTRE IRÁN E ISRAEL EN NUESTRO MINUTO A MINUTO

RT en Español en vivo - TELEVISIÓN GRATIS 24/7