
Descubren un interesante fenómeno en las manos tras permanecer mucho tiempo en agua

Las arrugas en los dedos tras una larga exposición al agua siempre forman el mismo patrón topográfico en la superficie de la piel, reveló un estudio realizado por un equipo de investigadores de dos universidades de EE.UU.
La investigación, efectuada por científicos de la Universidad de Binghamton y la Universidad Estatal de Nueva York, determinó que dicha consistencia se debe a la posición fija de los vasos sanguíneos bajo la piel, que se contraen tras una inmersión prolongada creando las típicas arrugas y surcos.
Para ello, los científicos analizaron los mismos dedos en múltiples inmersiones hasta con 24 horas de diferencia y encontraron una topografía de arrugas casi idéntica en cada ocasión.
Hace un par de años, Guy German, profesor asociado de la Universidad de Binghamton, publicó un innovador estudio sobre por qué la piel humana se arruga cuando permanece demasiado tiempo en el agua.

"Cuando las manos y los pies entran en contacto con el agua durante más de unos minutos, los conductos sudoríparos de la piel se abren, permitiendo que el agua fluya hacia el tejido cutáneo. Esta agua añadida disminuye la proporción de sal dentro de la piel", explicó German. Esto provoca que las fibras nerviosas envíen un mensaje al cerebro sobre niveles más bajos de sal y el sistema nervioso autónomo responde contrayendo los vasos sanguíneos, agregó.
Las arrugas deberían formarse de la misma manera
Sin embargo, la pregunta de un joven lector del estudio fue lo que llevo a German a la hipótesis detrás de este nuevo hallazgo. "'Sí, ¿pero las arrugas siempre se forman de la misma manera?', [preguntó el lector]. Y pensé: '¡No tengo ni la menor idea!'", comentó el especialista. "Así que esto me llevó a investigar para averiguarlo", agregó.
Para el estudio, el equipo de expertos sumergió los dedos de tres voluntarios durante 30 minutos y luego los fotografiaron. El procedimiento se repitió en las mismas condiciones al menos 24 horas después. Al comparar las imágenes, los investigadores notaron que los patrones de las arrugas y crestas en relieve se mantuvieron consistentes después de ambas inmersiones.
"Los vasos sanguíneos no cambian mucho de posición; se mueven un poco, pero en relación con otros vasos sanguíneos, son bastante estáticos", dijo German. "Eso significa que las arrugas deberían formarse de la misma manera, y demostramos que así es", explicó.
"¡No tenía arrugas!"
Además, descubrieron que "las arrugas no se forman en personas con daños en el nervio mediano de los dedos", después de que uno de los voluntarios revelara que tenía esta condición. "Así que le hicimos la prueba: ¡no tenía arrugas!", dijo German.
Lo que los investigadores sugieren podría abrir las puertas a nuevas investigaciones sobre cómo el daño nervioso afecta el comportamiento de la piel bajo el agua. Además, esta investigación podría tener aplicaciones prácticas forenses, como la toma de huellas dactilares en escenas de crímenes y la identificación de cadáveres expuestos largamente al agua.