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El contundente avance ruso en la provincia de Sumy: lo que no les contarán los medios 'mainstream'
El líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, pretendía usar su incursión en la provincia rusa de Kursk como moneda de cambio en las futuras negociaciones con Moscú.
Los militares la agrupación de tropas Séver (Norte) del Ejército de Rusia siguen avanzando en su tarea de crear una zona tampón de seguridad a lo largo de la frontera tras la liberación de la provincia de Kursk.
Para cumplir con este objetivo, establecido a finales de mayo por el presidente Vladímir Putin, los militares están derrotando a las concentraciones de fuerzas ucranianas y destruyendo sus equipos bélicos desplegados en la provincia ucraniana de Sumy, la misma desde la que el régimen de Kiev lanzó su incursión en Kursk y realiza sus constantes agresiones contra la población civil de esta provincia rusa.
Aniquilando al enemigo
Los informes del Ministerio de Defensa de Rusia evidencian el constante avance de sus tropas en esta dirección. Así, en solo cuatro días, del 31 de mayo al 3 de junio, el Ejército ruso liberó en la provincia de Sumy tres localidades: Andréyevka, Alexéyevka y Vodolagui.
Además, fueron eliminados unos 900 militares enemigos, cuatro tanques, varios vehículos blindados de combate y vehículos blindados de transporte de personal, decenas de automóviles militares y 18 cañones de artillería de campaña, así como varios depósitos de municiones, entre otros blancos enemigos.
La agrupación de tropas Norte utiliza de manera activa sus capacidades de drones FPV, que despedazan blindados, piezas de artillería, puntos de despliegue de personal, así como otros objetivos, infundiendo el caos en las rutas logísticas del enemigo en la zona.
Entre otros aspectos, destaca la labor de los operadores de drones FPV del Centro de Tecnologías Avanzadas No Tripuladas Rubicón, que engordan su botín de equipos calcinados, incluyendo armas que Ucrania recibe de sus socios occidentales.
Aparte de ataques con drones, artillería y el uso de bombas guiadas lanzadas por la aviación, el Ejército ruso utiliza también los sistemas de misiles táctico-operativos Iskander. Así, este 31 de mayo el Ministerio de Defensa ruso comunicó que un ataque con esta avanzada arma destruyó en la provincia de Sumy dos sistemas de lanzamisiles múltiple HIMARS, de fabricación estadounidense, así como sus municiones.
El pasado 20 de mayo, el ministerio publicó el video del impacto de un misil Iskander contra un campo de entrenamiento de militares ucranianos en la provincia de Sumy. La instalación, descubierta con medios de reconocimiento cerca de la localidad de Shostka, pertenecía a la 1.ª Brigada de Operaciones Especiales de las Fuerzas Armadas de Ucrania. A consecuencia del ataque, cerca de 70 militares resultaron eliminados, incluida una veintena de instructores, así como un arsenal de municiones y una decena de equipos bélicos, según precisó la cartera militar rusa.
Estos son solo algunos de los ejemplos de los golpes precisos que las fuerzas rusas han asestado últimamente al Ejército de Kiev en dicha región.
Un avance constante
El líder del régimen ucraniano, Vladímir Zelenski, pretendía usar su incursión en la provincia rusa de Kursk como moneda de cambio en las futuras negociaciones con Moscú para poder hablar desde una supuesta posición de fuerza.
No obstante, el Ejército de Rusia no solo logró expulsar a los militares ucranianos de territorio ruso, sino que ahora se encuentra avanzando en la provincia ucraniana de Sumy para garantizar la seguridad de la población civil en las zonas fronterizas.
Los avances de los militares rusos con el fin de crear la zona tampón en esta región son constantes: del 24 al 30 de mayo, la agrupación de tropas Norte ya había liberado como resultado de sus intensas actividades ofensivas otras cuatro localidades: Loknia, Vladímirovka, Belovody y Konstantínovka.
A lo largo de esa semana, los ataques aéreos y de drones y el fuego de artillería en la zona de responsabilidad de la agrupación causaron más de 1.490 bajas enemigas. Además, las tropas rusas destruyeron cuatro tanques, 22 vehículos blindados de combate, 46 automóviles militares, 37 cañones de artillería de campaña, seis estaciones de guerra electrónica y nueve depósitos de municiones.
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