Venezuela anunció este jueves que entregó ante la Secretaría General de la ONU una carta para rechazar "las reiteradas declaraciones parcializadas de su portavoz [Stéphane Dujarric] en relación con el despliegue militar estadounidense" frente a las costas de la nación suramericana.
"Ante la inacción del secretario general [António Guterres] para abordar este asunto, que le hemos ya planteado en múltiples ocasiones de manera privada, hacemos ahora esta denuncia pública, con la esperanza de que se ponga por fin de una vez por todas a esta práctica", comunicó el representante permanente de Caracas ante el organismo, Samuel Moncada.
Equiparación inmoral
En el documento, firmado por Moncada, se manifiesta a Guterres la "profunda consternación" y el "categórico rechazo" de las autoridades venezolanas "ante lo que ahora parece ser un asunto recurrente, a saber, los comentarios sesgados de su portavoz a la hora de abordar cuestiones relativas a la escalada de la situación frente a las costas de Venezuela, como resultado del creciente despliegue militar estadounidense en el mar Caribe y la perpetración de ejecuciones extrajudiciales en aguas internacionales".
En particular, se alude al llamado "a la distensión de la situación" que formulara Dujarric, dirigido "de manera sorpresiva tanto a EE.UU. como a la República Bolivariana de Venezuela". "Esta es una grave desfiguración de los hechos y una equiparación inmoral entre el agresor y la víctima", pese a que este asunto había sido abordado en la reunión bilateral que sostuviera Moncada con Guterres el pasado 28 de agosto.
"No es la República Bolivariana de Venezuela la que lleva a cabo acciones hostiles, maniobras provocadoras e intimidatorias a pocos kilómetros del territorio de EE.UU., con bombarderos B1-B que vuelan directamente hacia el espacio aéreo estadounidense. No es la República Bolivariana de Venezuela la que despliega un gran número de recursos y tropas militares, incluyendo un submarino con capacidad nuclear, a pocas millas de EE.UU.", ilustró el diplomático.
A ello sumó que no ha sido su país el que "despliega el portaviones más grande del mundo a pocas millas del territorio de EE.UU", ni el que "ha llevado a cabo casi 20 ataques aéreos contra pequeñas embarcaciones de pescadores, a pocas millas del territorio de EE.UU.", con los que se ha ejecutado extrajudicialmente a unas 70 personas.
"No es la República Bolivariana de Venezuela la que representa una amenaza para la integridad territorial y la independencia política de EE.UU. ni de ninguna otra nación soberana", recalcó.
"Posición claramente asumida"
Sobre las explicaciones ofrecidas por Guterres sobre las declaraciones emitidas por su portavoz, llamó a recordar que entonces se le indicó los comentarios podrían haber sido en respuesta a una pregunta que lo tomó desprevenido , razón por la cual tuvo que ofrecer una 'respuesta diplomática estándar'", pero desde la fecha "se han registrado dos episodios del mismo tenor".
"De allí no podemos sino concluir que ya no se trata de un desliz, sino de una posición claramente asumida por la Secretaría, sin tomar en cuenta de forma alguna las preocupaciones expresadas" por Venezuela, apuntó el embajador venezolano ante la ONU.
En otro momento de la exposición, le planteó directamente a Guterres y a Dujarric por qué insistían en "un discurso infundado, que no guarda relación alguna con los hechos sobre el terreno y que solo sirve a la lógica de un régimen belicista".
"La conducta de su portavoz confirma un claro patrón, en el que ignora la causa raigal de las tensiones sobre el terreno: las acciones ilegales y coercitivas del Gobierno de EE.UU. como parte de un ejercicio destinado a destruir nuestra forma republicana de Gobierno e imponer un régimen títere", aunque ello es claramente contrario al mandato de imparcialidad que pesa sobre los funcionarios internacionales, fustigó.
En el criterio del Gobierno venezolano, "al negarse a identificar al agresor y, en su lugar, emitir llamamientos vagos y simétricos a la distensión", Dujarric "está incumpliendo su deber de defender los principios consagrados en la Carta de la ONU, en particular el que se refiere a la prohibición del uso a la amenaza del uso de la fuerza contra la integridad territorial y a la independencia política de cualquier Estado".
Derecho a la defensa
Por otro lado, Moncada ratificó que a su país, como al resto de Estados soberanos, le asiste el "derecho legítimo" de "realizar ejercicios militares dentro de su propio territorio, en respuesta a una amenaza extranjera explícita e inminente", de conformidad con lo consagrado en la Carta de la ONU.
"Estas acciones de autoprotección no pueden equipararse en modo alguno a las de carácter ofensivo que actualmente lleva a cabo EE.UU.", puntualizó, al tiempo que destacó que "resulta evidente" que no es Venezuela "la que está agravando la situación sobre el terreno".
En el mismo espíritu, el representante diplomático advirtió que "esta falsa paridad solo termina respaldando la agresión en curso de EE.UU." contra Venezuela, "en momentos en que se esfuerza por fabricar un conflicto y, al mismo tiempo, busca cuestionar las medidas preventivas" adoptadas por Caracas dentro de sus fronteras, en consonancia con su "derecho inherente a la legítima defensa", de conformidad con lo que estipula la Carta de la ONU.
Exigencias
Moncada exigió que la oficina de Guterres tome "medidas inmediatas" para "aclarar la situación, identificando sin ambigüedades la fuente de la escalada y condenando el provocativo despliegue militar estadounidense en el Caribe frente a las costas de Venezuela".
Del mismo modo, las autoridades venezolanas demandan que se exhorte a EE.UU. "a que retire inmediatamente sus activos militares de la región, que cese sus amenazas de uso de la fuerza contra Venezuela y su política de ejecuciones extrajudiciales, y que asuma la diplomacia y la cooperación como los únicos medios viables para abordar cualquier asunto de contención".
Por último, se le pidió enfáticamente a Guterres que "las futuras declaraciones de la oficina de su portavoz sean imparciales, se fundamenten en el derecho internacional y no equiparen a la víctima de agresión con el agresor".
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