Los equipos de desminado continúan con la limpieza de explosivos en el territorio de la provincia rusa de Kursk, liberada de las tropas ucranianas en marzo de este año. Ahora, a esta tarea se ha sumado un nuevo aliado: unidades de zapadores de la República Popular Democrática de Corea (RPDC).
Los especialistas del país asiático, cuyos soldados también lucharon codo a codo con los rusos para liberar la provincia, llegaron con amplios conocimientos en desactivación de explosivos, adquiridos en su país de origen, y han demostrado sus capacidades durante la formación previa en los centros de entrenamiento de las fuerzas de ingeniería rusas, destacó el Ministerio de Defensa de Rusia.
La labor de desminado es esencial para permitir el regreso seguro de los habitantes a sus hogares y facilitar el restablecimiento de la vida normal. Para cumplir con esa misión, los zapadores de ambos países se enfrentan a un entorno complejo, donde cada día pueden encontrarse con diversos tipos de explosivos que potencialmente ponen en riesgo la vida de los civiles y dificultan la recuperación de la zona.
A medida que avanzan las tareas, los equipos trabajan para neutralizar los peligros que aún persisten en el terreno.
Todo sobre la fracasada aventura del régimen de Kiev en la provincia de Kursk y crímenes de Zelenski contra civiles, en este artículo


