El portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, negó la existencia de cualquier adición al proceso de paz en Ucrania más allá de los entendimientos alcanzados en la cumbre entre los presidentes Vladímir Putin y Donald Trump en Alaska.
"En este caso, no tenemos ninguna innovación más allá de lo que llamamos el espíritu de Anchorage", dijo en una entrevista. "Moscú está abierta a continuar [las negociaciones], Moscú está abierta a las negociaciones", insistió el portavoz en otra entrevista.
Esta jornada Axios reportó que la Casa Blanca está trabajando en secreto con Rusia para elaborar un nuevo plan que pondría fin al conflicto ucraniano.
Según un informante del medio, el borrador estadounidense está compuesto de 28 puntos y se inspira en el acuerdo de paz entre Israel y Hamás promovido por el presidente Donald Trump. Se detalla que las medidas del plan podrían estar divididas en cuatro categorías generales: paz, garantías de seguridad, seguridad en Europa y futuras relaciones de EE.UU. con Rusia y Ucrania.
En otra publicación Axios informó que el plan de paz para Ucrania del presidente estadounidense, Donald Trump, contempla que Estados Unidos y otros países reconocerían Crimea y el Donbass como territorio ruso legítimo, pero no se le exigiría a Kiev que lo haga.
De acuerdo a un funcionario ucraniano, el plan también incluye limitaciones al tamaño del Ejército ucraniano y a su armamento de largo alcance a cambio de garantías de seguridad estadounidenses. No está claro en qué consistirían dichas garantías de seguridad, señala el medio.
La postura de la Casa Blanca, según un funcionario estadounidense, es que Kiev probablemente perderá territorio de todos modos si el conflicto continúa y, por lo tanto, "le conviene a Ucrania llegar a un acuerdo ahora".


