El ministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, declaró este martes que Moscú recibe con "sincera gratitud" la reacción de los socios y amigos extranjeros que han condenado el reciente intento de ataque perpetrado por las Fuerzas Armadas de Ucrania mediante drones contra una residencia oficial del presidente ruso, Vladímir Putin. Asimismo, agradeció las expresiones de apoyo y de solidaridad dirigidas al jefe del Estado, al Gobierno y al pueblo ruso.
Lavrov afirmó que lo ocurrido vuelve a confirmar la "esencia terrorista" del grupo que "retiene ilegalmente el poder en Kiev", al que atribuyó también anteriores atentados en territorio ruso, incluida la voladura de trenes de pasajeros, múltiples ataques contra objetivos exclusivamente civiles y el asesinato de periodistas, políticos y figuras públicas.
"En este sentido, a quienes en la UE y la OTAN exigen enérgicamente garantías 'sólidas' para la seguridad de Ucrania en el marco del proceso de resolución liderado por Rusia y Estados Unidos, convendría responder a la pregunta de qué régimen y con qué objetivo se esfuerzan por proteger con todas sus fuerzas", afirmó el canciller ruso.
En este contexto, señaló el carácter retórico de la pregunta: "No cabe duda de que el principal objetivo de Bruselas, Berlín, París y Londres es mantener un régimen que sueña con que le ayuden a sobrevivir y seguir controlando un territorio en el que, contrariamente a todas las normas del derecho internacional, están prohibidos por ley el idioma ruso y los medios de comunicación en ruso, se persigue la ortodoxia canónica, se derriban monumentos de la historia y la cultura rusas, se cultiva la ideología y la práctica nazis, y se somete a crueles represiones a los opositores y a los simples disidentes".
Según el jefe de la diplomacia rusa, precisamente una entidad de este tipo, vecina de Rusia, es la que necesitan los "rusófobos europeos" para preparar "una nueva agresión" contra el país. Asimismo, Lavrov denunció que la "esencia racista" del régimen de Kiev y el "cinismo" de sus patrocinadores externos son evidentes para los miembros "de buena fe" de la comunidad internacional, que —dijo— no pueden dejar de comprender que, sin el cese de toda esta "política criminal", no será posible el éxito de las negociaciones destinadas a lograr una solución fiable y a largo plazo de la crisis ucraniana.
¿Qué pasó?
Lavrov, informó el lunes que el régimen de Kiev intentó perpetrar un atentado terrorista con 91 vehículos aéreos no tripulados de largo alcance contra una residencia oficial del presidente situada en la provincia de Nóvgorod. Los drones fueron derribados por sistemas de defensa antiaérea rusa. "Queremos destacar el hecho de que esta acción se llevó a cabo durante las intensas negociaciones entre Rusia y Estados Unidos para resolver el conflicto ucraniano. Acciones imprudentes como esta no quedarán sin respuesta", subrayó Lavrov.
Según el ministro, "los objetivos de los ataques de respuesta y el momento en que serán lanzados por las Fuerzas Armadas de Rusia ya han sido determinados". Por otra parte, indicó que Moscú no pretende abandonar las negociaciones con Washington que buscan resolver la crisis ucraniana, pero afirmó que es necesario revisar su postura.
Por su parte, el asesor presidencial ruso Yuri Ushakov declaró que el presidente estadounidense, Donald Trump, se mostró "atónito e indignado" por el intento de ataque del régimen de Kiev contra esta residencia de Putin. De acuerdo con Ushakov, el mandatario ruso informó a su homólogo estadounidense de los hechos e indicó que tuvo lugar inmediatamente después de la ronda de conversaciones en Mar-a-Lago.
Mientras, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajárova, aseveró que se trata de una "bofetada" a Trump. "Es en este preciso momento, cuando se están discutiendo puntos, cuando se están discutiendo planes, cuando se están buscando palabras, que esta chusma, perdón, sanguinaria, rabiosa y terrorista se dedica a socavar los esfuerzos de paz", dijo la diplomática. El propio líder estadounidense ya ha comentado el incidente y ha tachado las acciones del régimen de Kiev de "una pena".
- El desmantelamiento de todo lo relacionado con la cultura rusa o la época soviética, una práctica que se ha vuelto frecuente en Ucrania, empezó tras la promulgación de la ley de descomunización. Más tarde, después del inicio de la operación militar especial de Moscú, la campaña contra todo lo ruso se recrudeció.
- Ucrania sigue intentando prohibir todo lo ruso: la lengua, el arte, la cultura, así como "reescribir" la historia y 'olvidar' las hazañas de los antepasados soviéticos, que liberaron el territorio actual del país de los nazis en la Segunda Guerra Mundial.
- En este contexto, Lavrov ha denunciado que las autoridades de Ucrania llevan años implementando una política de "desrusificación agresiva" y de "asimilación forzada", oprimiendo los derechos de la población rusófona que vive en el país.

