El Consejo de la Federación ratificó el START
El tratado START hoy fue aprobado por la Cámara Alta del Parlamento ruso, el Consejo de la Federación, según ha informado ITAR-TASS. Así, para su ratificación final, solo hacen falta las firmas de los presidentes de Rusia y EE. UU.
De esta manera, se puede hablar del éxito del proceso de ratificación, que comenzó en abril de 2010, con la decisión de Dmitri Medvédev y Barack Obama de firmar el proyecto de reducción de armas nucleares.
El nuevo tratado prevé la disminución de la cantidad de misiles y ojivas atómicas hasta 1.550; este número debe ser alcanzado en 7 años. Pasarán unos dos meses más antes de que el START entre en vigencia con la ceremonia de intercambio de las cartas de ratificación. Este período será dedicado a la preparación de las inspecciones de las instalaciones y artefactos nucleares.
El parlamento ruso, que primero quiso aprobar el proyecto sin entrar en largas discusiones, tras la ratificación en el Senado de EE. UU. decidió tomarse su tiempo para, según anunció el jefe del Comité de Exteriores de la Duma Estatal, Konstantín Kosachev, responder al texto del Senado sobre el documento.
“Las interpretaciones rusas no cambian el texto del tratado, no son el reflejo de la resolución del Senado de los EE. UU. sobre la ratificación del START, sino que equilibran el acuerdo y lo regresan al formato que tuvo al momento de ser firmado por los líderes de Rusia y EE. UU.”, explicó.
En particular, entre otras cosas, las enmiendas aprobadas por la Duma Estatal permiten a Rusia salir del tratado, en caso de violación de su texto por parte estadounidense y en caso del posicionamiento de sistemas de defensa antimisil que “violan de un modo cualitativo la seguridad y la capacidad defensiva de la Federación Rusa”. También se indica que los puntos del preámbulo del tratado, donde está descrita la conexión entre la reducción de las armas nucleares y los sistemas de defensa antimisil, deben ser tomados en consideración por completo y que tienen toda la legitimidad jurídica.
Hay que notar que, precisamente en esta cuestión, las posiciones del Senado y de la Duma se distinguen más obviamente, ya que el texto de la resolución agregado por los senadores estadounidenses define que el preámbulo no tiene legitimidad jurídica y que los EE. UU. se encuentran libres de la elaboración y posicionamiento de sistemas de defensa antimisil.