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"La CISPA quitará a la gente en EE.UU. lo poco que le queda de privacidad"
La aprobación de la polémica ley CISPA, que permite a las compañías de Internet compartir información privada de sus usuarios con el Gobierno, demostraría que “EE.UU. no confía en sus propios ciudadanos”, según algunos activistas por las libertades.
Si la iniciativa se convierte en ley, “la ciudadanía norteamericana perderá lo poco que le queda de la garantía de nuestra privacidad y de libre expresión de acuerdo con los derechos que nos garantiza la Constitución de la Nación”, considera Juan José Gutiérrez, presidente de la organización Vamos Unidos USA.
“Es gravísimo que ante los ataques terroristas y otros peligros los sectores conservadores prefieran no invertir en más recursos que garanticen la seguridad de los ciudadanos y en lugar de ello, se preparen para invertir en entrometerse en los asuntos privados de la gente”, denuncia el activista.
“Con la ayuda de las grandes empresas de telecomunicaciones” las autoridades de EE.UU. mantienen como objetivo “controlar el contenido de todo lo que circule en las redes sociales, Internet y los teléfonos”, señala.
“También se beneficiarán las empresas de telecomunicaciones y de Internet, que [...] entregarán información privada a las autoridades […] sin tener que temer ninguna represalia legal”, concluye Gutiérrez.
Este 18 de abril la Cámara Baja del Congreso estadounidense ha aprobado la CISPA. Es la segunda vez que la norma es aprobada por la Cámara de Representantes, la primera fue en abril de 2012, pero posteriormente fue rechazada por el Senado.
Además del rechazo por parte de numerosas empresas de telecomunicaciones y defensores de la seguridad cibernética, el avance de la CISPA ha venido acompañado por multitudinarias protestas populares en su contra.
“Es gravísimo que ante los ataques terroristas y otros peligros los sectores conservadores prefieran no invertir en más recursos que garanticen la seguridad de los ciudadanos y en lugar de ello, se preparen para invertir en entrometerse en los asuntos privados de la gente”, denuncia el activista.
“Con la ayuda de las grandes empresas de telecomunicaciones” las autoridades de EE.UU. mantienen como objetivo “controlar el contenido de todo lo que circule en las redes sociales, Internet y los teléfonos”, señala.
“También se beneficiarán las empresas de telecomunicaciones y de Internet, que [...] entregarán información privada a las autoridades […] sin tener que temer ninguna represalia legal”, concluye Gutiérrez.
Este 18 de abril la Cámara Baja del Congreso estadounidense ha aprobado la CISPA. Es la segunda vez que la norma es aprobada por la Cámara de Representantes, la primera fue en abril de 2012, pero posteriormente fue rechazada por el Senado.
Además del rechazo por parte de numerosas empresas de telecomunicaciones y defensores de la seguridad cibernética, el avance de la CISPA ha venido acompañado por multitudinarias protestas populares en su contra.
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