Ciencias
Quimioterapia con burbujas: por un tratamiento sin efectos secundarios
Una quimioterapia sin efectos secundarios podría ser una realidad: científicos intentan combatir el cáncer explotando burbujas microscópicas con medicamentos dentro de tumores cancerosos a través de ondas de ultrasonido.
Se trata de un proyecto desarrollado por un grupo de investigadores de la Universidad de California, EE. UU., que ahora está en la etapa de experimentación con células humanas y animales.
Los científicos tienen como objetivo evitar los desastrosos efectos secundarios que suele causar el tratamiento más radical de cáncer: la quimioterapia, procedimiento que supone que en el organismo afectado se inyecten sustancias químicas que impiden la división de células cancerosas, aniquilándolas.
Pero el problema es que con el riego sanguíneo los productos químicos contra las células cancerosas viajan por todo el cuerpo y no matan solo a estas células (cuya división forma los tumores), sino también muchas células sanas que encuentran. Entre los efectos secundarios típicos de la quimioterapia están la pérdida del cabello, dolores agudos y debilitamiento del sistema inmunológico.
Los especialistas de la universidad esperan haber encontrado un solución: envolver una pequeña cantidad de medicina en una burbuja de gas recubierta de otra burbuja semejante que estabiliza toda la construcción.
Bajo la influencia del ultrasonido el gas que llena las burbujas empieza a expandirse, explotando y desprendiendo la medicina como un geiser. Así las sustancias peligrosas serán liberadas solo en lugares donde se necesita sin matar a células sanas.
Se prevé que la tecnología sea eficaz para disminuir tumores cancerosos antes de operaciones quirúrgicas, así como para combatir los tipos de cáncer con tumores que se pueden localizar, como el de mama, de ovario y próstata. Sin embargo el remedio no será eficaz contra el cáncer no localizado, como el de sangre, ya que no se pueden encontrar todos los tumores a los que se deben dirigir los medicamentos.
Los científicos tienen como objetivo evitar los desastrosos efectos secundarios que suele causar el tratamiento más radical de cáncer: la quimioterapia, procedimiento que supone que en el organismo afectado se inyecten sustancias químicas que impiden la división de células cancerosas, aniquilándolas.
Pero el problema es que con el riego sanguíneo los productos químicos contra las células cancerosas viajan por todo el cuerpo y no matan solo a estas células (cuya división forma los tumores), sino también muchas células sanas que encuentran. Entre los efectos secundarios típicos de la quimioterapia están la pérdida del cabello, dolores agudos y debilitamiento del sistema inmunológico.
Los especialistas de la universidad esperan haber encontrado un solución: envolver una pequeña cantidad de medicina en una burbuja de gas recubierta de otra burbuja semejante que estabiliza toda la construcción.
Arma de alta precisión
Se espera que esta burbuja, del tamaño de un glóbulo rojo, actúe en el cuerpo como un vehículo para suministrar medicina peligrosa directamente al tumor. Y para ‘activar’ el remedio se usarán ondas de ultrasonido dirigidas directamente al tumor.Bajo la influencia del ultrasonido el gas que llena las burbujas empieza a expandirse, explotando y desprendiendo la medicina como un geiser. Así las sustancias peligrosas serán liberadas solo en lugares donde se necesita sin matar a células sanas.
Se prevé que la tecnología sea eficaz para disminuir tumores cancerosos antes de operaciones quirúrgicas, así como para combatir los tipos de cáncer con tumores que se pueden localizar, como el de mama, de ovario y próstata. Sin embargo el remedio no será eficaz contra el cáncer no localizado, como el de sangre, ya que no se pueden encontrar todos los tumores a los que se deben dirigir los medicamentos.
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