Desde el continente asiático se promueve una nueva técnica para mantenerse activo que se ha viralizado en las redes sociales. Se trata de la 'caminata japonesa' o entrenamiento de caminata por intervalos, que consiste en completar 8.000 pasos al día, pero de una forma específica para potenciar sus beneficios.
Caminar rápido, descansar, repetir
Según informa The New York Times, el método fue desarrollado hace más de dos décadas por el fisiólogo Hiroshi Nose y su colega Shizue Masuki en la Universidad de Shinshu, con un objetivo ambicioso: mejorar la salud de la población envejecida de Japón aplicando principios de entrenamiento utilizados por atletas de élite a una actividad tan simple como caminar. Y los resultados no tardaron en llegar.
A diferencia del paseo tradicional, esta técnica alterna tramos de caminata rápida, con pasos largos, brazos activos y respiración agitada, con tramos de recuperación más lentos. En las investigaciones, el esquema más utilizado es de tres minutos rápidos y tres minutos suaves, durante al menos media hora, cuatro veces por semana.
Descenso en la presión arterial y reducción de peso
Curiosamente, las pausas son las que hacen que esta rutina sea tan eficaz. Gracias a los momentos de recuperación, quienes practican esta técnica logran mantener una intensidad elevada durante más tiempo que si caminaran rápido de forma continua, lo que se traduce en mejoras más notables en su salud cardiovascular, fuerza en las piernas y presión arterial.
De hecho, una investigación de 2007 comparó el método japonés con caminatas continuas de intensidad moderada y concluyó que los intervalos rápidos produjeron mayores descensos en la presión arterial, reducción de peso y mejoras físicas generales. Un estudio posterior, realizado a lo largo de 10 años, también encontró que esta forma de caminar ayuda a frenar el deterioro muscular y la pérdida de capacidad aeróbica relacionada con la edad.
22 % de los participantes abandonaron el método
Aunque los beneficios están claros, el programa no es perfecto. En la investigación de 2007, alrededor del 22 % de los participantes abandonaron el método de caminata japonesa, una cifra algo mayor que el 17 % que no completó la rutina más suave de 8.000 pasos diarios. Se precisa que esto sugiere que no todas las personas se adaptan bien a los cambios de ritmo o al esfuerzo que exige el modelo japonés.
A pesar de que los resultados son prometedores, aún no hay evidencia sólida que confirme que este método prolongue la esperanza de vida, a diferencia de otros estudios que sí han relacionado un mayor número de pasos diarios con una mayor longevidad, especialmente en personas que superan los 60 años.