Se está gestando un "fiasco", o incluso un escándalo, en Bélgica por el inicio de las entregas de aviones de combate estadounidenses F-35, que han demostrado ser demasiado caros de operar, ruidosos y excesivos para el pequeño reino, así lo informó el lunes 20minutes.
Las primeras críticas al nuevo avión surgieron a raíz de una declaración reciente del ministro de Defensa belga, Theo Francken, en la que afirmaba que "el espacio aéreo belga no será suficiente para absorber las misiones de entrenamiento" y que Bruselas está negociando acuerdos de cooperación para la formación de pilotos con Italia y otros socios, recuerda el medio, explicando que el ministro también mencionó a los Países Bajos.
"Eso fue suficiente para que estallara la polémica y para que Bélgica se convirtiera en el hazmerreír de Internet por su espacio aéreo 'demasiado pequeño' para sus nuevos cazas", remarca 20minutes.
Otra preocupación es el ruido que generan las nuevas aeronaves. Según se informa, el F-35 es cinco veces más ruidoso que sus predecesores. Esto podría causar molestias significativas a los residentes que viven cerca de las bases aéreas.
Un folleto distribuido por el Ministerio de Defensa a los residentes locales explica que el "F-35 tiene casi el doble de potencia de motor que el F-16" y, por lo tanto, "produce un sonido más grave y pulsante".
Además, resultó que el costo de una hora de vuelo del F-35 es de 40.000 a 50.000 euros (de 46.000 de 57.000 dólares), lo que hace este avión uno de los cazas más caros de operar. "A este precio, cabe suponer que sus salidas serán cronometradas", sugiere 20minutes.
En 2018, Bélgica encargó un total de 34 aviones al contratista de defensa estadounidense Lockheed Martin por 5.600 millones de euros (6.440 millones de dólares) para sustituir a los F-16 de su fuerza aérea. Tres de ellos llegaron el 13 de octubre a la base aérea de Florennes, mientras que un cuarto permanecía en tierra en las islas Azores (Portugal) debido a un problema técnico.


